Fuerza contra la tentación
Esta oración invoca el poder de Dios para resistir el pecado, vencer la debilidad y mantenerse firme en la santidad cuando surjan pruebas y tentaciones.
Padre bondadoso, conozco las batallas que enfrento cada día. Algunas tentaciones son fuertes y evidentes, mientras que otras se infiltran sigilosamente, intentando alejar mi corazón de Ti. Confieso que con mis propias fuerzas soy débil, pero en Ti soy fuerte.
Señor, tu Palabra promete que ninguna tentación me sobrevendrá, salvo las comunes a todos los hombres, y tú, fiel, me darás la salida. Hoy te pido esa fortaleza. Dame el valor para apartarme rápidamente del pecado, para reconocer las mentiras del enemigo y para aferrarme a tu verdad. Cuando mi corazón se sienta atraído por deseos que no te honran, recuérdame que me has llamado a la santidad.
Lléname de tu Espíritu para que pueda resistir y mantenerme firme. Enséñame a cuidar mis pensamientos, mis palabras y mis acciones, para que nada me domine excepto tu amor. Señor, cuando tropiece, no permitas que la vergüenza me impida volver a ti. Recuérdame que tu gracia es mayor que mi debilidad y que, por medio de la cruz, tengo la victoria. Ayúdame a reemplazar todo deseo destructivo con hambre de justicia y todo hábito dañino con pasión por servirte.
Rodéame de personas que me ayuden a ser responsable y que me apoyen con sus oraciones. Que mi vida sea un testimonio de que tu poder es mayor que cualquier tentación.
Señor, me apoyo en tus promesas y confío en que me mantendrás fuerte.
En el nombre de Jesús, Amén.